Álex Bona: "La poesía es una forma de expresar con palabras lo que no puedes expresar con palabras".

Álex Bona: "La poesía es una forma de expresar con palabras lo que no puedes expresar con palabras".


Entrevistamos a Álex Bona (Zaragoza, 1999), el autor del poema escogido por nuestro centro para el programa "Poesía para llevar". Álex es un poeta de La Jota que nos ha ofrecido una charla muy interesante sobre su trayectoria, su estilo y su vida en general. Ganó el Premio de Poesía Joven "Ángel Guinda" con su poemario Breviario del frío. Os dejamos con la entrevista.

PREGUNTA: ¿Quién es Álex?


RESPUESTA: Pues Álex soy yo. Soy un chaval que vive aquí en la Jota. Como vosotros, normal y corriente. No penséis que los poetas somos gente que está en su palacio de marfil, de cristal, ahí, alejada del mundo. Somos gente que vamos a comprar el pan, somos gente común. Actualmente también soy profesor de Lengua en Ejea de los Caballeros y, en cuanto puedo, en el tiempo que me da la vida, también escribo poemas.


P: ¿Por qué has accedido a esta entrevista?


R: Porque cuando vuestro profe me lo comentó, me pareció muy interesante que hubiese gente joven interesada por hacerme una entrevista y porque yo creo que la poesía no tiene que estar solamente en librerías, bibliotecas y en esos círculos literarios que solo visitamos unos pocos, no vamos a engañarnos. Porque también creo que es necesario que la poesía también esté en las aulas y entre los jóvenes. Porque la poesía, aunque no lo penséis ahora, ya lo veréis en un futuro, nos puede enseñar muchísimo más de lo que pensamos. Y me hacía mucha ilusión estar también en este instituto, con toda la historia que hay aquí entre estas paredes y que tanto me apela.


P: Cuéntanos qué querías ser cuando era pequeño.


R: Pues yo quería ser torero o arqueólogo. Luego lo del toreo no me gustó. Cambio de opiniones. Lo de arqueólogo se quedó un poco así en las nubes. Y después, quise ser profesor de Historia. Siempre he querido serlo, desde que tengo conciencia, desde muy, muy pequeño, de una forma seria. Quería ser profesor, pero de repente apareció la literatura y empecé a querer ser profesor en vez de Historia, de Literatura. Entonces me metí en la universidad. Estuve con mucha gente que conocí allí: alumnos, compañeros, profesores y siempre he querido dedicarme de una forma seria a la enseñanza.


P: ¿Tenías pensado ser poeta?


R: No, no pensé en ser poeta. De hecho, yo quería ser rapero. Yo quería ser rapero porque a mí desde siempre me ha gustado mucho el rap. Y aquí en La Jota sabéis que hay mucha tradición de rap. Luego había unos colegas míos que hacían batallas de gallos en el Parque Oriente hace unos años, ya como en 2016, y a mí me gustaba mucho el rap y escribía mucho rap y tal, pero es que no sabía rapear bien, no encajaba. O sea, yo he llegado a ser poeta porque no pude ser rapero. Entonces siempre me ha gustado escribir. Dejé un poco de lado el rap y dije: “voy a buscar otro código a ver si puedo expresarme de alguna manera”. Y encontré la poesía. Y ahí fue donde más o menos vi que me desarrollaba mucho mejor. Podía crear mis propios ritmos, escribir lo que yo quisiera sin estar anclado a unos patrones. Y como poeta no es que me lo plantease nunca. Yo creo que ningún poeta se plantea ser poeta nunca. Surge de repente como el gusto por el fútbol o como el gusto por un tipo de música en concreto. Te da un día por escribir y tiras para adelante.


P: ¿Por qué empezaste a escribir poemas?


R: Pues no lo sé. Supongo que fue porque yo creo que todas las personas que escriben se encuentran en algún momento solos. Ya sea porque te encuentras solo en tu casa o en un lugar en el que estás aburrido y escribes. O igual te ha pasado alguna cosa en la vida, que estás triste por alguna cosa. De alguna manera, la poesía muchas veces, lo habéis visto cuando habéis leído un poema, hay veces que dices: “Ostras, esto no lo entiendo”. Es que la poesía a veces no se entiende. Por eso cada uno tiene una interpretación diferente. Por eso en cada dibujo que habéis hecho tenéis una interpretación diferente del poema. La poesía es una forma de expresar con palabras lo que no puedes expresar con palabras. Por tanto, en esos momentos en los cuales no sabes qué decir y sientes alguna cosa dentro del cuerpo que no sabes expresar con palabras, de repente, empiezas a escribir un poema, que es intentar utilizar las palabras con otro significado o con otra forma de desde otro punto de vista. Y empecé por eso, porque en algún momento necesitaba expresar esos sentimientos, tanto buenos como malos. Y vi que la vía idónea o la vía que más se adaptaba a mí era la poesía.


P: ¿Qué es lo que te inspira?


R: Todo. De hecho, incluso la no inspiración es una inspiración también en no saber qué escribir. También es una inspiración para mí. No es que yo me vaya por los parques viendo los árboles y me inspire con la naturaleza. Es que la inspiración te puede pillar en cualquier momento. Una conversación que escuchas en el autobús, algo que lees y que te impacta o algo que lees y que no estás de acuerdo con ello. Y entonces empiezas a escribir en contra de lo que acabas de leer. Un paisaje también es verdad que te puede inspirar. A mí me gusta mucho eso, y también la música. Yo escucho música cuando escribo porque me inspira mucho. Pero la inspiración es algo que no sabes cuándo te va a pillar. Puedes estar comprando el pan o puedes estar fregando los platos. La génesis de un poema, el surgimiento de un poema, no penséis que es el escritor con música clásica, escribiendo con pluma. Te puede pillar mientras estás, yo que sé, duchándote o fregando los platos o barriendo el suelo. Entonces es un momento que te puede inspirar. Puede ser cualquier cosa.


P: ¿Cuánto tiempo llevas escribiendo?


R: Pues llevo escribiendo poemas desde los dieciocho años, más o menos. Pero cuando lo tomé de una forma más seria fue en torno a 2020, tomándome en serio lo que es la poesía y no simplemente como un desahogo, sino queriendo crear poemas mucho más… no más complejos, pero sí más estéticos. Más bellos, quiero decir. ¿Todo poeta empieza a escribir como un desahogo, no? ¿Te ha pasado alguna cosa, buena o mala? Tú escribes. Pero, de repente, llega un momento en que si tú quieres escribir una poesía que también sea algo bonito, algo estético, te vas por otro camino. Entonces, empecé a escribir con diecisiete o dieciocho años y con veintiuno ya empecé a escribir de una forma un poco más consciente.


P: ¿Cómo te sientes al escribir un poema? 

R: ¿Son preguntas con enjundia, eh? Pues es que es diferente. Es que un poema, de repente, puedes escribirlo en cinco minutos e igual otro tardas en escribirlo como tres o cuatro meses. De hecho, yo tengo poemas pendientes desde hace… ni lo sé. Y no sé si algún día serán acabados. Eso es un carrusel de emociones. Al principio no sabes qué vas a decir, porque yo creo que cuando uno escribe poemas nunca sabe lo que va a decir. Sabe de lo que quiere hablar, pero nunca sabe lo que va a decir. Entonces es, de repente, incertidumbre. Luego empiezas a escribir el poema, no te gusta y te sientes un poco mal porque no te sale bien. Pero después aparece un verso que te gusta y te inspira. Entonces crece la emoción y cuando lo acabas es un momento extraño, porque no sabes si te va a gustar o no, porque tienes que dejarlo como si fuese el vino. Tienes que dejarlo macerar un poco y después, ir a ver si te sigue gustando. Entonces son muchísimas emociones las que tienes: alegría, incertidumbre… Y luego, al final, cuando lees el poema después de un tiempo y te gusta, pues es decir: “buah, he hecho esto y me siento genial”. Cuando terminas un poema y te gusta, independientemente del tema del que hable, te sientes bien, te sientes muy bien. Incluso se te infla un poco el ego y dices: “¡guau! qué poema más guay he hecho”. Hasta el siguiente poema, que vuelves otra vez a ese carrusel de emociones.


P: ¿Qué te llamó la atención para empezar a escribir?


R: Pues me he hecho esa pregunta muchísimas veces y no sé el qué. No sé por qué, el por qué no se puede decir. Me llamó la atención el hecho de que puedas escribir con palabras algo bonito. Había una poeta y una poeta que se llama Cristina Peri Rossi, que decía que la poesía es hacer de la angustia un color. Es decir, de alguna manera, a mí eso es lo que me llamó mucho la atención de la poesía. Y hablo de poesía, pero hablo de arte en general: la pintura, la escultura, la música, cualquier género musical, desde la música más antigua hasta la música más moderna que hay hoy día y que tenga un poco de chicha a la hora de escucharla. Es decir, la capacidad de hacer con cualquier sentimiento, con cualquier vivencia, una obra artística. Al fin y al cabo, una canción, un poema o lo que sea, cualquier tipo de obra artística, es hacer de un sentimiento algo bello, independientemente de que ese sentimiento sea bueno o sea malo, de la soledad de hacer algún poema muy bonito sobre la soledad. Sobre el amor, hacer un poema muy bonito del amor. A mí lo que me llamó es eso. Es crear algo de algo que no sabes lo que estás sintiendo. Por ejemplo, un sentimiento. Hacer de eso una obra de arte. 


P: ¿Te dedicas a algo más además de escribir?


R: Sí, de hecho de escribir no puedes vivir fácilmente porque no da para comer. Entonces hay que trabajar. Y actualmente, soy profesor de Lengua y Literatura en Secundaria. Y aparte, aparte del ámbito laboral, también formo parte de una asociación de poesía que se llama Noches de Bohemia. ¿No sé si os sonará, no? Pues es una asociación de poesía, sobre todo orientada hacia la poesía joven. Y hacemos muchos micros abiertos, ciclos de poesía y también un festival que, de hecho, ahora se va a realizar, que es el Festival Rasmia. Es un festival de poesía joven. Hacemos muchísimos eventos destinados a la poesía joven únicamente. También organizamos Slam, que es poesía dramatizada, por decirlo de alguna manera. Y eso, laboralmente, profesor. Y fuera de lo laboral, también me dedico a cosas literarias.


P¿Te gusta lo que haces?


R: ¿En qué sentido? En cuanto a escribir, sí, me gusta. Me siento bien. Yo creo que tendríais que probar a hacer alguna cosa de estas. Igual escribir poemas os da un poco de cosa. Pero dedicaros a algo artístico: pintar, dibujar, escribir un cuento, un poema, una canción. Es muy interesante. Y descubriréis cosas. Al principio igual no sale algo que os guste. Os recomiendo copiar. Copiar cosas de la gente que os gusta y luego encontráis vuestro espacio. Y a mí sí que me gusta mucho eso. Al principio, cuando yo escribía, no sabía muy bien por dónde ir, pero luego fue pasando el tiempo y ahora mismo yo no podría imaginarme una vida así, sin escribir o sin ser o sin tener la mente de poeta. Porque ser poeta no es solamente escribir poesía. Para mí es una forma de estar en el mundo. Es ver las cosas de otra manera. Empatizar, intentar empatizar siempre con la otra persona, comprenderla, expresarte sin ningún tipo de impedimento. A mí sí que me gusta mucho lo que hago y me siento afortunado por hacerlo medianamente bien.


P: ¿Escribes por gusto o por trabajo?


R: Por gusto. El arte yo no lo concibo como un trabajo. Me encantaría trabajar de poeta y dedicarme mi vida a escribir poemas. Pero, lo que os digo, este mundo la poesía no da dinero.


P: ¿Quiénes te han ayudado a conseguir publicar tus poemas?


R: Pues me ha ayudado mucha gente. De primeras, un profesor de universidad que también luego llegó a ser amigo mío, que es Alfredo Saldaña. Me habló de revistas literarias para publicar un amigo suyo, Nacho Escuín, que también es profesor de la universidad y me llevo muy bien con él. Los dos son poetas, además. Saldaña es un poeta como la copa de un pino y me ha ayudado mucho. Luego me animaron otras amigas mías de Noches de Poemia, antes de empezar a formar parte de la dirección. Lo que hacían me ayudaba mucho para publicar, porque me recomendaban alguna editorial y luego, sobre todo, a quien le tengo que agradecer que este libro y que esté aquí con vosotros es a Trinidad Ruiz Marcellán. No la conoceréis, pero es una editora, es la editora de De Olifante, la dueña de Olifante, que es la editorial donde he editado mi poemario. Esta editorial independiente lleva cuarenta y cinco años publicando y todavía sigue. Trinidad sigue leyendo mucha poesía y le debo agradecer mucho, a ella y al jurado que formó parte del premio, el que me permitió publicar mis poemas. Porque Trinidad es la madre de la poesía aragonesa desde hace casi 50 años.


P: ¿Qué poema tuyo te gusta más?


R: Esto es como elegir entre entre amigos o entre mamá y papá. Eso es difícil. ¿El mejor? Yo creo que a todo poeta que le preguntes, el mejor poema, el poema que más le gusta es el último que acaba de escribir. Pero a mí, hablando de este libro, el que más me gusta es “La senda”, porque es un poema que puede parecer complejo, pero resume todo lo que es el libro. Ahí está todo el libro contenido. También me gusta mucho “El caminante”, que es el último poema, el que cierra el libro. Y luego, pues claro, el último poema que he escrito, que lo tengo ahí en casa esperando a ser leído dentro de un tiempo, a ver si me sigue gustando.


P: ¿Cuántos poemas has escrito?


R: Pues no tengo ni idea. Aquí (en el poemario) hay más de treinta… Pues muchos. Porque a ver, muchos están en casa… Ponte que más de cien… Más de cien... ciento y pico, sí. 


P: ¿Cuál fue tu primer poema?


R: Pues me acuerdo que fue una canción de rap que no encajaba en ningún sitio. Y dije yo: “esto es un poema”. Creo que lo escribí cuando tenía dieciséis años. Lo dejé ahí tirado y cuando lo volví a leer pensé que igual no estaba tan mal. 


P: ¿Y cuál es tu último poema?


R: Mi último poema se llama “Mira estas manos”. En él, hago una reflexión. Mis manos cuentan mi historia y simplemente digo que cada uno la tiene. Cada uno vive su camino y su vida, pero, al fin y al cabo, lo que cuenta es el aquí y ahora. Estar todos juntos en un mismo sitio y celebrando la vida.


P¿Te ayudó alguien a escribir tus primeros poemas?


R: No. Nadie te puede enseñar a escribir poemas como tal. Sí que tengo muchos maestros, pero son los poetas que he leído. Es verdad que Alfredo Saldaña, el que os he comentado antes, me recomendó cómo debería escribir. Él me dio algunas aportaciones, pero esas aportaciones fueron autores. Nunca me dijo “tienes que escribir de una manera o de otra”. Los que me han ayudado a escribir poemas han sido todos los autores que he leído y todas las personas que me han recomendado autores. Y luego tú vas poco a poco buscando tu voz. Yo creo que no se puede enseñar realmente a un poeta. Le puedes decir cómo puede escribir, pero luego eso nunca es una elección, porque cada uno escribe como quiere.


P: ¿Cuáles son tus tres poemas favoritos?


R: Claro, os he dicho mi poema favorito. Pero elegir tres da un poco más de manga ancha. El primero sigue siendo “La senda”. “Diciembre” también me gusta mucho, el que habéis elegido. También es uno de mis de mis “top tres”. Y luego, el tercero, pues es de lo tengo por ahí escrito y no sé cuál deciros… Es difícil... Se titula “Sin saberlo”. Realmente es un poema sin título, pero el primer verso empieza diciendo “Sin saberlo". Estos son mis tres poemas favoritos a día de hoy. Igual mañana de repente cambia. Pero hoy son esos.


P: ¿Cuál crees que es el poema que más te ha costado escribir?


R: El poema que más me ha costado escribir está aquí, en este libro, porque es muy largo y cuenta mucha historia de mi vida. Es “Ítaca”. Es un poema dividido en tres partes. Es uno de los que más me ha costado. Tienes que escribir mucho, que no aburra al lector y que cuente cosas que sean interesantes. Los poemas largos son los más difíciles a veces, sobre todo cuando tienen mucha historia detrás.


P: ¿Cuál dirías que es tu poema más conocido?


R: ¿Mi poema más conocido? ¡Yo creo que ninguno! Pero mirad, precisamente ahora diría “Diciembre”, porque yo creo que os acordáis todos de ese poema. Creo que “Diciembre” es el poema más famoso que tengo y es gracias a vosotros.


P:  ¿Cómo te ves de aquí a cinco años?


R: De aquí a cinco años... No sé, espero que en Zaragoza y que no hubiera tenido que irme a ningún otro sitio. Me veo… ¡Pues como me veo ahora! Espero verme como me veo ahora, dedicándome a lo que quiero, colaborando con los institutos, y estando con con mis alumnos… Siguiendo. Siguiendo, escribiendo y viviendo la vida que tengo, que es la que siempre he soñado y la que siempre he querido. Estando con mis amigos y mi familia sanos, que también importante.


P: Gracias por la entrevista y hasta pronto.


R: Muchas gracias a vosotros.


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